¿Qué esconde el caso Paulette?

PAULINO CÁRDENAS

La misteriosa desaparición el pasado lunes 22 de marzo de una niña de cuatro años en Huixquilucan, de nombre Paulette, es investigada por unos 30 agentes del estado de México, informó la procuraduría estatal. Desde la desaparición de la menor los padres no habían recibido llamada alguna solicitando dinero a cambio.

Los padres de la niña denunciaron a los medios el pasado día 25  la desaparición de la pequeña, a quien su madre vio por última vez el domingo en la noche, cuando la dejó dormida en su cama y el lunes en la mañana descubrió su ausencia.

Paulette Gevara padece de una incapacidad motriz y no puede hablar, indicaron sus padres, quienes han desplegado una intensa campaña en los medios de comunicación, redes sociales y a base de fotografías que se pueden encontrar en muchos centros comerciales y puntos de la ciudad.

Mauricio Gevara, padre de la menor, declaró al noticiero de Televisa que no tiene información de que alguna persona ajena entrara o tratara de entrar al inmueble en el que vive con su esposa y sus dos hijas, en Huixquilucan, municipio aledaño al Distrito Federal.

¿Qué esconde el caso Paulette? Al margen de las líneas de investigación que indagan las autoridades del estado de México incluso con la ayuda de las del gobierno capitalino, ha trascendido que su papá pudiera ser Mauricio Farah Gevara, el mismo que fue aspirante a encabezar la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

Sería el mismo identificado con el grupo de José Luis Soberanes, ex titular de la CNDH y habría encabezado la V visitaduría relacionada al parecer con el tráfico de migrantes. Especialista en asuntos financieros en la que al parecer cuenta con una maestría, a Farah Gevara se le vincula fuertemente a los negocios de un muy influyente legislador con aspiraciones presidenciales.

Farah Gevara fue designado, en su calidad de quinto visitador de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, como encargado de elaborar el dictamen sobre los presuntos responsables del crimen del activista-periodista estadunidense Brad Will, en el conflicto sufrido por la ciudad de Oaxaca en el año 2006. Parte del dictamen entregado entonces a los medios por el maestro Farah Gevara, establecía lo siguiente:

“La distancia en la que fue accionada el arma es entre 35 y 50 metros. Para llegar a esta conclusión, los peritos de la CNDH establecieron, con base en información de los fabricantes, que una bala disparada por un revólver del tipo 38 Especial recorre esa distancia en 165 milésimas de segundo.

Lo anterior “coincide con los análisis realizados al audio de la cámara del periodista, en los que se advierte que hay 166 milésimas de segundo entre el disparo y el impacto en el cuerpo del señor Bradley Roland Will.

“Si el agresor hubiera accionado el arma a dos metros de la víctima, como afirma la PGR, no habría sido posible percibir ni identificar lapso alguno entre el disparo y el impacto.

“La correspondencia criminalística de nuestros peritos sustenta la hipótesis de que el victimario se encontraba ubicado detrás del vehículo de volteo, de color rojo, que se localizaba a 40 metros, aproximadamente, del periodista.

“De acuerdo con nuestros dictámenes periciales, los dos disparos fueron efectuados desde la misma distancia y de manera sucesiva”.

Hubo quienes en su momento cuestionaron este último párrafo, ya  que se dice que la cámara de Brad Will no registró la explosión de ese segundo disparo al que hace referencia el informe. Se afirma que hasta nueve segundos después se reanudó el tiroteo y en ese momento Brad estaba rodeado ya por quienes acudieron a auxiliarlo.

Como haya sido, el caso es que hoy, Mauricio Gevara, si presuntamente es el mismo Mauricio Farah Gevara, quien fuera entonces el quinto visitador de la CNDH y el que habría elaborado el dictamen del caso del periodista asesinado Brad Will sucedido en Oaxaca en 2006, no encuentra a su hija Paulette.


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