PAULINO CÁRDENAS
Los dirigentes de los principales partidos políticos y el titular de la secretaria de Gobernación, junto con la dirigencia del INE, difícilmente podrán impedir que en el proceso electoral que se avecina en 2015, participen de lleno las organizaciones criminales, ya que contarán con aliados de la clase política, empezando por los que voluntariamente quieren la ayuda económica de los capos para ganar las elecciones. Por ello será casi imposible que pueda ser blindado dicho proceso del año próximo, aunque se haya anunciado que como una primera medida, a los que aspiren a un cargo de elección popular se les investigará de pe a pa. Esto no bastará para que las mafias del crimen organizado participen.
La razón es que los capos deben de garantizar que sus actividades no sean trastocadas una vez que vengan los cambios en 9 gubernaturas, la renovación de 500 diputados federales, 641 diputados locales, 993 presidentes municipales así como el cambio de titulares de 16 jefaturas delegacionales y 20 juntas municipales en los comicios del 7 de junio del año próximo. En total habrá elecciones en Baja California Sur, Campeche, Colima, Chiapas, Distrito Federal, Estado de México, Guanajuato, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Morelos, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí, Sonora, Tabasco, y Yucatán. Para las mafias esas elecciones significan la oportunidad de renovar lazos con los funcionarios que llegan al poder.
Por ello es que desde ahora estarán echando sus redes para conseguir que muchos de los aspirantes a cargos de elección popular, acepten su ‘ayuda’ para sus campañas y, una vez obtenido el triunfo, puedan empezar a cobrar el favor para seguir realizando sus operaciones criminales sin tantos problemas. Habrá quienes se resistan, pero ya saben que tarde o temprano podrían ser víctimas de los cárteles por negarse a colaborar. La muerte estaría rondando en sus vidas y en esa ruleta podrían acabar ejecutados, como se ha estado viendo a lo largo de los años. Esto no podrá ser impedido con discursos y pronunciamientos oficiales de que el proceso electoral quedará blindado contra la mano negra del narco y del crimen organizado.
Los capos de la droga saben cómo hacer que los funcionarios acaben estando a su servicio. Los datos que ha dado el especialista y consultor en asuntos del narcotráfico y crimen organizado, Edgardo Buscaglia, dan cuenta de ese sometimiento. Señala que el 72 por ciento de los más de 2 mil 500 municipios del país está infiltrado por células operativas del narcotráfico, y de éstos el 8 por ciento está totalmente “feudalizado” por la delincuencia organizada. Ha insistido en que la piratería, la prostitución infantil, el tráfico de personas y el comercio de drogas es evidente en 70 de cada 100 ayuntamientos, lo que exhibe el alto grado de corrupción de autoridades municipales, estatales y federales.
Explica que, con la fuerza y la influencia que le dan las armas y el dinero, el narcotráfico no sólo opera al interior de las policías, sino que también está infiltrado en las fuerzas armadas. El crimen organizado, agrega, interviene en las elecciones de nuestro país y tiene “importante presencia” en las instancias gubernamentales. Asegura que la corrupción municipal ha avanzado de forma dramática pues las cifras arrojaban que aproximadamente el 63 por ciento de los ayuntamientos del país estaban controlados por el narco. “El 72 por ciento de las comunidades lo está”, subraya. Además ha destacado que “mediante cañonazos de dólares, las células del narcotráfico mantienen cooptados a los gobernadores, legisladores locales y federales, así como a los alcaldes, pues en muchos casos se contribuyó con ese dinero para sus campañas políticas”.
Buscaglia ha resaltado que en algunas regiones del país el narcotráfico ha desplazado la presencia gubernamental porque también actúan como benefactores sociales, con lo que han logrado mayor dominio territorial y político. Además de todo, el especialista asegura que el 78 por ciento de los sectores económicos del país han sido infiltrados por los cárteles del narcotráfico, principalmente el minero, agropecuario, farmacéutico, químico y el área de fideicomisos, que ni siquiera están regulados, afirmó,
El especialista en crimen organizado destacó que los cárteles han establecido un patrimonio a partir de 23 ilícitos, los cuales se vinculan al 40 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional. Asimismo, Buscaglia apuntó que esta base patrimonial, “con enorme protección política en México”, se ha expandido a otras regiones y los cárteles se han involucrado en delitos que van desde la piratería hasta el tráfico de personas. El propósito es “esconder” el dinero proveniente de actividades ilícitas y diversificar su colocación en muchos sectores de la economía, a través de empresas ‘fantasma’ o fideicomisos. “Eso lo vienen haciendo los grupos criminales mexicanos de gran envergadura”, sostuvo.
Ha referido que los grupos criminales mexicanos se dedican a delitos patrimoniales en 47 países. Sin embargo, hasta ahora no existe en México un solo caso de desmantelamiento patrimonial de ninguno de los sectores económicos afectados, ni por parte de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público ni de la Función Pública. Tampoco hay un solo funcionario de alto nivel sentenciado por corrupción ligada al narcotráfico. Es decir, que mientras el narco cuente con la ‘enorme protección política’ que comenta el especialista, muy poco se podrá hacer aunque si mucho se podrá decir, por parte de las autoridades que se supone están para combatir las mafias que agobian a México desde hace décadas, y que cada vez parecen estar mejor pertrechadas para realizar sus actividades criminales.
De esta manera, el decir de los dirigentes de los principales partidos políticos, del titular de Gobernación y de la dirigencia del INE, de que el proceso electoral de 2015 quedará blindado para que la mano negra de las mafias no intervenga, es solo eso, un decir y un buen deseo. La necia realidad sin duda dará cuenta de que los narcopolíticos estarán participando junto con los capos del narco en el juego electoral que se avecina. Esto irá aflorando con el curso de los días, las semanas y los meses venideros, hasta el domingo 7 de junio de 2015. Y más allá de esa fecha sobre todo, se verá hasta dónde se habrían infiltrado las mafias para seguir operando en el país.