PAULINO CÁRDENAS
Los pactos entre los capos de la droga y la cúpula gobernante en el mundo no son nuevos. Hay historias verdaderas que inspiran a autores cuyas obras se convierten en best sellers e incluso en clásicos del cine, como El Padrino que dirigió Francis Ford Coppola basada en la novela del mismo nombre, de Mario Puzo. En ella se narra con pelos y señales cómo se pactan acuerdos entre los hombres del poder y los capos de la mafia, y entre las mafias mismas; ni El Vaticano escapa a esa tentación del diablo. Así pues, los pactos con el narco siguen, y por lo que se ve, seguirán. Uno de ellos acaba de darse a conocer por parte de la Corte de Illinois a favor de Vicente Zambada Niebla alias ‘El Vicentillo’, que incluía dar información de otros cárteles, a cambio de disminuirle la cadena perpetua a solo 10 años al junior sinaloense. Ya antes, la procuración de justicia norteamericana había hecho lo mismo con Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán e incluso con Ismael ‘El Mayo’ Zambada, papá del agraciado. Aquí las historias.
‘El Vicentillo’, hijo del actual líder del cártel de Sinaloa, Ismael Zambada García alias ‘El Mayo’, fue detenido por el Ejército mexicano en la ciudad de México en 2009 y extraditado a Estados Unidos 11 meses después. Según aceptó el Departamento de Justicia de Illinois la semana pasada, hubo un convenio suscrito, en el que el joven capo sinaloense de 36 años, no se enfrentaría a un tribunal federal y podría ver reducida su condena -de cadena perpetua a solo 10 años de prisión-, a cambio de su declaración de culpabilidad por delitos relacionados con narcotráfico y de su colaboración con la justicia estadounidense para informar sobre otros cárteles que operan en México. Tras la captura en Mazatlán el pasado mes de febrero de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán”, el padre del ‘Vicentillo’ se convirtió en el jefe absoluto del cártel de Sinaloa o cártel del Pacífico como lo conocen las autoridades anticrimen de EU.
Como parte de ese pacto, en febrero de 2011, Estados Unidos otorgó inmunidad a los líderes del cártel de Sinaloa, Joaquín Guzmán Loera e Ismael Zambada, a cambio de que éstos suministraran información sobre las bandas rivales, según testimonio escrito presentado por ‘El Vicentillo’ Zambada ante una Corte federal de Illinois aquel mes de aquel año. Derivado del mismo, la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) comenzó a dar aviso a los dos principales líderes del cártel del Pacífico -‘El Chapo’ y ‘El Mayo’- de operativos policiales en su contra, para que pudieran huir a tiempo cuando había orden de atraparlos, afirmó Zambada Niebla. De esa forma, como parte de una solicitud para desechar el proceso criminal que enfrenta ante la Corte Federal del Distrito Norte de Illinois, el hijo de ‘El Mayo’ Zambada afirmó que Washington dio inmunidad a los capos sinaloenses contra cualquier proceso criminal en EU.
El junior sinaloense, quien está preso en Chicago luego de ser extraditado en 2010, afirma que el acuerdo se concretó antes de 2004 a través de Humberto Loya-Castro, abogado del cártel del Pacífico e informante de EU, y que le fue refrendado personalmente por agentes estadounidenses en una reunión sostenida en México en 2009. “En algún momento anterior a 2004, y siguiendo a lo largo del periodo cubierto por esta acusación, el gobierno de Estados Unidos entró a un acuerdo con Loya y los líderes del Cártel de Sinaloa”, comenzando por ‘El Mayo’ y ‘El Chapo’, aseguró el testimonio presentado por la defensa. Bajo el acuerdo, el cártel de Sinaloa, a través de Loya, iba a proveer al gobierno norteamericano, información acopiada por ‘El Mayo’, ‘El Chapo’ y otros cabecillas de ese cártel, contra organizaciones rivales de tráfico de drogas mexicanas.
Informante desde 1998 para la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), Loya Castro fue descrito por la defensa como un confidente de los líderes del cártel de Sinaloa y a quien, cumpliendo el acuerdo, se le habría desechado un proceso criminal que enfrentó en 2008 en California. “Como reciprocidad, el gobierno de Estados Unidos acordó: desechar el proceso del caso pendiente contra Loya; no interferir con sus actividades de tráfico de drogas (de Loya) ni las del cártel; a no procesar activamente a (Loya), ni al ‘El Chapo’, ni al ‘El Mayo’ ni permitir que disminuyera el liderazgo del cártel de Sinaloa “y a no arrestarlos”, agrega. El ‘Vicentillo’ aseguró en ese entonces que la inmunidad le había sido ratificada personalmente por agentes de la DEA, durante una reunión en el hotel Sheraton del DF, en marzo de 2009, horas antes de ser arrestado por el gobierno de México.
De todo ello deriva una hipótesis. Que el ‘Vicentillo’ haya dado informes sobre ‘El Chapo’ para que fuera capturado en febrero pasado en Mazatlán, operación que habría sido puesta en bandeja por la DEA a la Marina mexicana, para detener al capo y encarcelarlo, y después extraditarlo a EU, ya que hay versiones que afirman que ya se quería retirar y no hallaban la fórmula. Primero había que ‘protegerlo’ de la amenaza de muerte que pesaba sobre Guzmán Loera, por parte de otros capos que han buscado debilitar a esa organización delincuencial y tratar de sacarla de la jugada. Por ello las autoridades estadounidenses están dejando que en el Congreso norteamericano se empuje la idea de la extradición. Acá se ha dicho que eso no prosperará. Pero parece haber conexión con congresistas mexicanos para empujar en México la misma idea de extraditar al capo sinaloense, no vaya a ser que vuelva a escaparse de la cárcel donde está, en Almoloya.
Mientras que ‘El Mayo’ se quedaría como líder único e inobjetable, ‘El Chapo’ pasaría, de ser así, muy posiblemente a un penal de Chicago -en donde hace un tiempo se le consideró “enemigo público número uno”-, para darle una mayor protección en la Unión Americana, como parte del pacto que el hijo del ‘Mayo’ Zambada suscribió hace tiempo con las autoridades anticrimen de EU, que incluía que su padre, y Guzmán Loera, colaboraran con éstas, dándoles información sobre los capos de otros cárteles que operan en México y saber hasta dónde han extendido sus tentáculos en otros países.
Con motivo de ese reconocimiento que hizo la Corte de Illinois de que había pactado un arreglo con Zambada Niebla, el titular de la Procuraduría General de la República, Jesús Murillo Karam, expresó su frustración y enojo por ese arreglo preferencial al que llegó el junior sinaloense con autoridades estadounidenses, de dar información de otros cárteles, a cambio de una sentencia notablemente reducida. Señaló el funcionario que si al junior se le deja en libertad en el corto plazo, sería reclamado por México. En realidad aquí no se ha revelado cuáles son los cargos contra el hijo del ‘Mayo’ Zambada, excepto lo ambiguo de siempre: presuntos vínculos con el crimen organizado y tráfico de drogas. En entrevista radiofónica el procurador sostuvo que el asunto le ha dejado un mal sabor de boca. Adujo que los tratados de extradición señalan con toda claridad que “una vez que se cumple la sentencia en un país, se tiene que extraditar al otro para cumplirla”, dijo Murillo.
Pero hay que decirlo: los pactos entre los capos de la droga y del crimen organizado, y los gobiernos en turno, son más frecuentes de lo que el común denominador cree. Lo que es cierto es que hay la creencia de que Guzmán Loera, por una ‘lanota’ en dólares, podría volver a escapar de la cárcel, como sucedió aquel 19 de enero de 2001 en el penal de ‘alta seguridad’ de Puente Grande, Jalisco, cuando comenzaba el gobierno de Vicente Fox. De ahí surge la leyenda del capo más famoso del orbe, rebasando la de sus antecesores e incluso la fama y riqueza del colombiano Pablo Escobar. ¿Volverá a estar en la lista de Forbes el sinaloense? Habrá que ver. Por lo pronto se da por hecho que en México, más que combatir a la delincuencia organizada, se le administra. Ha sido un mejor negocio. Y de que hay pactos entre mafias y poder político, los hay. Desde la época en que surgieron las mafias sicilianas.